Hoy, las firmas constructoras se preocupan más por la estética (el diseño arquitectónico y la apariencia de los acabados) que por la seguridad de sus proyectos. El comprador, con autocrítica, debe entenderlo y captar las implicaciones que ello supone.
Éste es el punto de partida obligado para avanzar en las mejoras que requiere cualquier hogar en materia de seguridad.
Los nuevos portones de casas y apartamentos son huecos y se entregan en aglomerado de madera, un material deleznable que se puede violentar sin mayor esfuerzo y en tiempo récord con herramientas comunes (como un destornillador, una lezna o un martillo).
Apréciese además cómo este ejemplar carece de bordes reforzados (igual sucede con el marco).
Para completar el panorama de zozobra, las chapas o cerraduras son corrientes, más adecuadas para uso en puertas interiores.
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