En la mayoría de los conjuntos residenciales los automóviles
de los residentes no disponen de ningún sistema tecnológico de reconocimiento.
De esta forma, la atención de los vehículos se desarrolla en
forma subjetiva (y, por ende, muy vulnerable) por parte del guarda de turno,
quien generalmente se apoya en las cámaras del circuito cerrado de televisión
de la copropiedad para identificar los carros a través del monitor de la
portería.
Cada vez el colaborador debe hacer su mejor esfuerzo para
observar las placas y distinguir las marcas, modelos y colores ya que casi
nunca ve a quienes conducen.
Lo anterior, refiriéndonos apenas a la entrada, pero la
salida del multifamiliar puede ser aún más delicada y riesgosa en tanto el
guarda simplemente debe abrirle a quien se le planta frente al portón.
El procedimiento resulta precario y vulnerable pues se
fundamenta en la capacidad del colaborador de vigilancia para recordar los
datos y/o para distinguir los detalles.
Aclaramos, por supuesto, que en las porterías es común
disponer de listas de los carros de los residentes y que esto ayuda pero no lo
suficiente.
En fin, una forma más sencilla y económica para gestionar
mejor el procedimiento de entrada y salida de vehículos de los residentes en
multifamiliares consiste en adquirir un sistema inalámbrico de timbres remotos.
¿Cómo Funciona?
1. En la portería se instala una pequeña central que recibe
las señales enviadas por los residentes cuando se aproximan y obturan sus
timbres dentro del radio de acción respectivo.
2. El guarda procede a abrir el portón con mayor confianza y
rapidez pues sabe que solamente disponen del timbre las personas autorizadas.
3. Cada usuario debe portar consigo su timbre y no lo puede
olvidar ni prestar. Algunos funcionan como llaveros.
4. La administración puede establecer una pena económica para
quien extravíe o pierda este vital elemento.