Para
dificultar u obstaculizar el robo de los contadores de agua en Bogotá, fenómeno
causado por ciertos habitantes de la calle y recicladores deshonestos,
recomendamos semienterrarlos en cemento o concreto y protegerlos además con
rejas metálicas adheridas con firmeza a las paredes de sus respectivos huecos,
como se aprecia en la imagen que acompaña a esta entrada.
Estos y
otros elementos del mobiliario urbano son perseguidos para fundirlos y volver a
usar o comercializar su contenido de cobre (llamado "oro rojo"), un
escaso commodity (materia prima o bien primario que tiene
valor o utilidad y bajo nivel de diferenciación o especialización) que alcanza
cotas cada vez más altas en su precio y del cual nuestro país no es productor
significativo pero sí exportador. Esta
contradicción explicaría el motivo por el cual existe un verdadero cartel del
cobre que se nutre del robo y que exporta el metal hacia lugares distantes como
China y Japón.