Todavía muchos clientes del sector residencial se resisten a adquirir, instalar y usar en sus unidades de vivienda sistemas electrónicos contra robo.
Un gran porcentaje procede de esta forma porque considera que los equipos son caros o que su uso es dispendioso y porque piensa que los compromisos de seguridad recaen exclusivamente en los conjuntos a los cuales pertenecen sus casas o apartamentos, argumentando que para eso se paga administración.
Breve Análisis del Caso
1. Las alarmas no son caras
. Sus precios se han reducido de manera geométrica pues ya se fabrican y ensamblan con componentes genéricos en países cuya mano de obra es barata.
. Hoy se consiguen hasta en las grandes superficies, no son exclusivas de establecimientos especializados.
. Como no todas requieren monitoreo a distancia, no todas generan cobros periódicos.
. Hay equipos que realizan operaciones de verificación y control o de comunicación de emergencias en forma completamente automática, es decir sin la intervención de terceros. Por ejemplo, pueden llamar a teléfonos fijos o celulares, enviar mensajes de texto, de audio o de video y además producir alertas sonoras o luminosas.
2. El uso de las alarmas no es dispendioso
. Usar una alarma hoy es algo muy sencillo que se convierte en rutina con el paso del tiempo.
. La tecnología de las alarmas es cada vez más amigable y le permite dividir su inmueble en secciones y activar o desactivar (armar y desarmar) cada parte a voluntad.
. Los elementos periféricos pueden ser completamente inalámbricos para no afectar la estética de su inmueble.
. También se pueden complementar con herramientas para la detección de incendios o de inundaciones (o de ciertas variables industriales).
. Las alarmas pueden servir para el manejo de situaciones médicas.
3. La seguridad también es su compromiso
. La vigilancia presencial de la copropiedad en la que usted habita controla la portería, las zonas comunes y el perímetro pero no ingresa a su inmueble ni lo verifica.
. Los pagos de administración que usted realiza mes a mes contribuyen a la cancelación de las expensas comunes del conjunto pero no constituyen un seguro contra robo que pueda protegerlo en caso necesario.