En una publicación anterior de este blog tratamos con todo detalle la modalidad delictiva conocida en el argot popular como "Llamada Millonaria".
Nos referimos entonces al método empleado por los antisociales para recaudar información de las familias y de cómo son capaces de ejercer dominio sicológico sobre las empleadas domésticas para conducirlas a través de sofisticados engaños a sacar dineros, joyas y otros elementos valiosos de las residencias para entregarlos a desconocidos.
Es increíble que todavía, a estas alturas, cuando tanto se ha divulgado lo que hacen los amigos de lo ajeno con las gentes nobles y crédulas, haya quienes caigan con enorme facilidad en las garras de los mentirosos.
A propósito: No estamos de acuerdo con que algún periódico gratuito que circula en Chía, Cajicá, Tocancipá, Sopó, Tabio y Tenjo esté vinculando a los porteros para que se presten con el halago de premios en especie a recoger información sobre los residentes de los multifamiliares.
A los vigilantes hay que respetarlos por lo que son y por lo que aportan a la sociedad. ¡No hay derecho a desconocer la misión profesional de los guardas y de las compañías de seguridad! y, además, tampoco sabemos a dónde van a parar los bancos de datos que así se acopian...