Las administraciones deben
velar porque en estos lugares se cumpla, al menos, con lo siguiente:
1. Que las entradas
peatonal y vehicular estén muy bien diferenciadas (no sólo estética sino
funcionalmente).
2. Que se reúnan todas las
condiciones de seguridad industrial para las personas (demarcación, pisos no
resbalosos, escaleras con bordes antideslizantes, barandas, rampas para los
minusválidos, etc.).
3. Que la iluminación
tanto diurna como nocturna sea óptima.
4. Que exista un servicio
presencial de vigilancia continuo encargado de las actividades de disuasión,
prevención, filtro y control.
5. Si fuera necesario, que
en las horas pico, es decir dentro de los lapsos de mayor movilidad, se
refuerce el dispositivo con otro u otros guardas que ayude(n) al acceso y
egreso expedito y protegido de las personas y los vehículos (es evidente que no
todo lo puede hacer alguien solo).
6. Que exista un circuito
cerrado de televisión de buena calidad, con grabación digital, que preserve
evidencias inobjetables de lo que allí sucede.
7. Las cámaras deberían
mostrar los detalles faciales de los individuos que se muevan a pie y en carro
a través de las porterías y también los aspectos trascendentales de los
vehículos como sus placas y marcas.
8. El guarda portero debería
disponer de un monitor que extienda su visión al perímetro y a los lugares
críticos del multifamiliar, sin aspirar por supuesto a que tenga que estar
observándolo todo el tiempo. Este aparato debe quedar orientado de manera que
los usuarios no puedan espiar sus recuadros.
9. El DVR no puede quedar
expuesto (a la vista y alcance de todos) por ningún motivo. Hay que ubicarlo
lejos, en un lugar cerrado y secreto.
10. Los espejos convexos
ayudan mucho a dominar los costados internos y externos.
11. Conviene la existencia
de un sistema, así sea básico, de control de los residentes que se movilizan a
pie. El más sencillo consiste en anotarlos secuencial o cronológicamente en un
libro a tales efectos.
12. Debe existir un
sistema de control ojalá automatizado para los residentes que se desplazan en
carro. El mercado ofrece en la actualidad un abanico tecnológico amplísimo:
tarjetas de proximidad, controles biométricos, tags en los automotores, etc. Si
no se pudiera adquirir esto, hay que implantar forzosamente un método manual
con anotación de las horas de entrada y salida, de los conductores de los
carros y del estado de aquéllos.
13. El guarda debe poder
comunicarse vía citofónica o telefónica con las unidades de vivienda para
anunciar sin excepciones a todos los terceros que pretendan ingresar
(familiares de los residentes, empleados, visitantes, proveedores, mensajeros y
domiciliarios).
14. El guarda debe poder
comunicarse sin limitaciones con el administrador, el "todero", el
personal de aseo y sus compañeros vigilantes por vía radial (radios de corto
alcance) y con la empresa a la cual pertenece (radio de largo alcance, Avantel
o celular).
15. Todos los no
residentes deben ser objeto de anuncio y sólo pueden pasar quienes sean
aceptados (los menores de edad no pueden autorizar ingresos).
16. Debe existir un mueble
para recibir y mantener la correspondencia en forma ordenada y segura, sin que
la manipule nadie extraño.
17. Lo ideal sería que los
domiciliarios y los mensajeros no ingresaran a las instalaciones y que fueran
atendidos en la recepción, no más allá, por los residentes. Así se evitarían
hurtos, daños y seguimientos imprudentes. Si tuvieran que hacerlo, debe aplicarse
el protocolo antedicho.
18. Las domésticas
deberían estar carnetizadas. De esta forma se garantiza el conocimiento mínimo
de las fámulas y sus datos. No olvidar, sin embargo, que los procesos de
contratación e investigación de las auxiliares y su supervisión son tareas
indelegables de los jefes de hogar.
19. Las domésticas
residentes y no residentes deben ser objeto de requisa de sus pertenencias.
Este protocolo es obligatorio. En ello no se deben admitir excepciones. Lo
ordena la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada y lo deben aplicar
sin reservas y en forma constante todas las administraciones y empresas.
20. Los obreros y
proveedores de los hogares también deben ser anunciados y requisados.
21. Debe existir un
procedimiento para los trasteos o mudanzas.
22. El guarda debe
disponer de servicio sanitario exclusivo en la misma portería o en un punto tan
cercano que no lo aleje de su área de responsabilidad.
23. En las porterías no se
debe admitir el uso de radios, televisores o dispositivos electrónicos
diferentes que sean distractores o molestos.
24. A las porterías deben
ingresar sólo los empleados que las atienden, la administración y el personal
de aseo.
25. Los vigilantes no son
auxiliares domésticos de los residentes ni sus valet parking. Sus labores deben
ser respetadas y apoyadas.
26. Los recorredores se
deben mantener en su labor, sin reunirse con los porteros para departir.
27. Las porterías no
pueden convertirse en salas de espera de visitantes. Lo contrario conlleva
riesgos.
28. A veces en las
porterías quedan ubicados los terminales de otros medios de soporte tecnológico
como sucede con las alarmas comunales (barreras fotoeléctricas, hilos
electrificados, etc.). Los paneles y cableados de estos sistemas deben
instalarse con idoneidad técnica.
En realidad, una portería
residencial moderna es un centro de atención de usuarios con personal de
vigilancia altamente capacitado, con protocolos, procesos y procedimientos que
garanticen disuasión, prevención, filtro y control y con tecnología de soporte
de punta.