A veces nos preocupamos demasiado por los riesgos menores y dejamos de lado los mayores o los más importantes.
También ocurre que por atender los riesgos mayores dejamos que los pequeños crezcan hasta alcanzar proporciones alarmantes y convertirse así en los más delicados.
Es importante entonces evaluar la gravedad de los peligros, valorando con sindéresis su causalidad y sus consecuencias.
Recordemos que no todas las amenazas se materializan en el corto plazo…, algunas -sólo algunas- pueden esperar mientras resolvemos el día a día.
También ocurre que por atender los riesgos mayores dejamos que los pequeños crezcan hasta alcanzar proporciones alarmantes y convertirse así en los más delicados.
Es importante entonces evaluar la gravedad de los peligros, valorando con sindéresis su causalidad y sus consecuencias.
Recordemos que no todas las amenazas se materializan en el corto plazo…, algunas -sólo algunas- pueden esperar mientras resolvemos el día a día.