viernes, junio 26, 2009

Los Diez "Tumbes" Más Comunes En Bogotá

Esta es una guía para que usted no "caiga":
1. El Tonto Seductor
El anzuelo es una mujer hermosa que de repente empieza a coquetearle abiertamente.
Suele suceder en la fila del banco, pero también le puede pasar en un bar, un restaurtante, etc..
Ella se presenta, le pregunta su nombre y tras cruzar algunas palabras lo invita a tomar algo.
El "Don Juan" está convencido de que ha hecho el "levante" de su vida.
Unas cervezas o un par de cocteles relajan aún más las defensas de la "víctima" que recibe una propuesta irresistible: "¿Nos vamos a mi apartamento?".
En el camino ella hace una llamada a "su hermana", que en realidad es a sus compinches, para que tengan todo preparado.
Ya en el apartamento, y justo cuando el "Don Juan" se dispone a pasar a la acción, varios hombres armados aparecen y lo despojan de todo lo que lleve encima y/o lo llevan de "paseo millonario".
En otros casos, las mujeres dopan a sus víctimas y, tras robarlos –carro incluido–, los dejan abandonados en un motel.
2. ¡Se Ganó La Lotería!
Va usted por la calle y sorpresivamente tropieza con alguien que, afanado, le dice: "¡Me acabo de ganar la lotería!".
Tras captar su interés, el estafador pasa a contarle algún "cuento" increíble como "se me perdió la cédula" o "tengo que tomar un vuelo urgente" y eso "me impide cobrar el premio". Acto seguido le ofrece venderle el billete por lo que usted pueda darle. Obviamente, el billete es falso. Pero lo insólito del asunto es que todavía hay gente que cae en esta estafa.
3. La Oferta De La Dian
La oferta es tentadora. Un funcionario que dice pertenecer a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales - Dian llama a su casa y le avisa que están rematando un lote de televisores que fueron decomisados por ser de contrabando.
"Hay muchas ofertas, pero si usted quiere quedarse con uno de los televisores necesitamos que consigne por anticipado unos 200 mil pesos en esta cuenta bancaria. Luego, sólo tiene que acercarse a nuestras oficinas con el comprobante y reclamar su aparato".
Cuando el ciudadano llega a las instalaciones de la Dian y pregunta por el supuesto funcionario, se estrella contra la realidad. Pues allí le explicarán que los remates se hacen de manera pública y no a través de llamadas.
4. Un Falso Obrero En Apuros
Llega a la puerta de su casa o lo aborda cuando usted está entrando con su carro al garaje de su residencia. Siempre llega corriendo. Es un hombre vestido con casco, overol, metro en el cinturón y una gran cara de angustia. Tanto, que apenas puede hablar.
Usted se preocupa, logra "calmarlo" y entonces él le cuenta las causas de su angustia: "Soy el capataz de una obra cercana y uno de nuestros obreros se cayó de un andamio. Está muy mal herido. Por favor, se lo suplico, necesitamos dinero para llevarlo al hospital de urgencia". Agrega que el supuesto herido es un hombre muy pobre y que por esta razón no tiene seguro alguno.
A lo cual añade, para aumentar la presión, que todos los trabajadores de la obra han dado lo que tenían, pero que no alcanzaron a reunir el dinero suficiente.
El estafador suele ser un muy buen actor y tras su representación pide entre 20 y 50 mil pesos, dependiendo de la cara de su víctima.
Bajo presión, frente a un hombre supuestamente desesperado por salvar la vida de su compañero de trabajo, el habitante se deja convencer. Llama a su esposa e incluso le cuenta con detalles esa impresionante historia. Ella se angustia y deciden sacar los 50 mil pesos.
Esta es una de las estafas más infames porque no sólo se aprovecha de la bondad y la solidaridad humana de las personas, sino que mina la solidaridad ciudadana.
5. Una Bóveda En El Cementerio
En los alrededores del Cementerio Central de Bogotá, usted puede perder algunos millones de pesos si –en medio de los muertos– se deja convencer de algunos "vivos".
Se trata de tramitadores que merodean por el camposanto, comercializando bóvedas y osarios sin importar que allí ya reposen cadáveres.
Algunos incluso toman de la mano a su víctima y la llevan a conocer el que será en algunos años su lugar de descanso eterno.
El mercadeo no puede ser más elemental: le dicen que es importante asegurar cuanto antes un lugar de esas características para no tener una muerte de tercera categoría.
Y como el tramitador va bien vestido, habla claro y domina el lenguaje funerario, la víctima cae ingenuamente y acepta comprar su espacio en el Cementerio Central.
El cliente desembolsa 350 mil pesos y recibe a cambio un papel, que se asemeja a una escritura. Y ha sucedido que cuando la víctima vuelve días después a visitar su futura tumba, se encuentra con que allí ya está el cuerpo de una persona.
A veces, los tramitadores llegan al descaro de desocupar bóvedas para después ofrecerlas en venta.
Los tramitadores, sin embargo, operan con mucho sigilo para evitar llamar la atención de las autoridades y ser desalojados de la zona.
Pero además de los tramitadores, este tipo de ofertas también es usual encontrarlas en los avisos clasificados. Como se ve, los "vivos" juegan hasta con la muerte.
6. Préstamos En Pocos Minutos
En medio de las afugias económicas que padecen miles de familias bogotanas, la oferta resulta bastante atractiva.
Préstamos de hasta 500 millones de pesos sin firmar papeles, ni presentar codeudores, ni cumplir los típicos requisitos que a más de uno lo ha llevado a desistir de este tipo de alternativas para encontrar dinero en una urgencia.
"Empleados, independientes, llámenos para tener el gusto de atenderlo", reza una de las publicidades tramposas que circulan en volantes por la ciudad.
El número de contacto suele ser un celular, al que la víctima llama para preguntar por la tentadora oferta. Al otro lado de la línea, le dicen que el préstamo tiene uno de los intereses más bajos del mercado: apenas 2 por ciento mensual y el pago lo puede realizar hasta en 60 meses.
La víctima se rinde ante la "ganga" sin imaginar que lo están tumbando.
Lo único que le pide el prestamista es tomar un lápiz y papel para que anote el número de una cuenta bancaria. Allí debe consignar el valor de una póliza de cumplimiento y los intereses por adelantado de los dos primeros meses.
Y la trampa llega cuando la víctima deposita el dinero, vuelve a marcar al celular para avisar del depósito y nadie le contesta. El prestamista, como por arte de magia, desaparece con su plata.
Tras constantes denuncias, las autoridades han detectado que los delincuentes usan varias cuentas bancarias, registradas a nombres de otras personas, para desviar las investigaciones. Pero muchos siguen cayendo.
7. Un Lote Fantástico Y A Muy Buen Precio
"Se vende lote con licencias para construir, con servicios incluidos. Contáctenos". El desprevenido llama a preguntar por el anuncio y allí le detallan la oferta. Lo convencen para que adquiera el pedazo de tierra.
Paga en efectivo o, en muchas ocasiones le roban algo a través de una permuta como la entrega de un carro, por ejemplo.
Pero el comprador se queda con los crespos hechos porque acaba de ser víctima de una de las estafas más sorprendentes porque falsifican escrituras, cédulas de ciudadanía y hasta matrículas inmobiliarias.
La idea consiste en ofrecerle a un cliente un lote en venta, bien sea una finca o un terreno, pese a que ya tiene dueño. Y aunque parezca increíble, muchos caen y de ahí que en la Oficina de Registros de Instrumentos Públicos sea usual encontrar inmuebles con dos matrículas, dicen expertos.
Esto ha llevado a algunos propietarios de terrenos en las afueras de Bogotá a ubicar avisos a la entrada de sus parcelas. "No deje que el pirata se quede con su plata", dice uno de ellos. Incluso las autoridades consultadas cuentan que muchos han optado por contratar celadores por si algunos estafados deciden, de un momento a otro, pasarse a vivir a sus tierras porque creen ser sus dueños.
Por eso, si le llegan a ofrecer un lote en venta, lo primero que hay que hacer es dirigirse a la Oficina de Registros de Instrumentos Públicos para comprobar quiénes son realmente los dueños de ese terreno. Una vuelta que le puede ahorrar una estafa de varios millones de pesos.
8. El Listado de Apartamentos
Es una de las estafas nuevas que se han detectado en Bogotá. Una persona lee en el periódico un aviso clasificado en el que una empresa promete ayudarle a encontrar en tiempo récord la vivienda que siempre ha soñado.
Y lo único que piden es contactarlos telefónicamente y precisarles, por ejemplo, si desea casa o apartamento, dos o tres habitaciones en algún barrio en especial.
Durante la charla, en la que una voz amable logra seducir al cliente, le anuncian que por sólo 15 mil pesos le enviarán un "catálogo especializado", acorde a sus gustos.
Poco después un mensajero llega a su domicilio, lo saluda cordialmente, le presenta la escarapela de su empresa y le entrega un sobre cerrado y hasta con membrete para evitar sospechas. Cobra el dinero, prende su moto y sigue su camino.
La víctima cierra la puerta y, ansiosa de encontrar por fin la vivienda que busca, abre el sobre y sorpresa: está vacío, repleto de hojas blancas o con avisos viejos.
9. El Engaño De La Bolsa De Empleo
Desesperadas porque no logran conseguir trabajo, muchas personas recurren hoy a las famosas bolsas de empleo.
Las ubican por Internet, a través de volantes callejeros o mediante avisos clasificados. Pero no todas las bolsas actúan de buena fe.
El asunto empieza de forma normal. Le piden su hoja de vida y luego le cobran cierta cantidad de dinero para poner a "rodar" su currículum vítae.
Para que el proceso comience, el cliente debe consignar alrededor de 50 mil pesos en una cuenta bancaria, y enviar la hoja de vida a una dirección.
Le garantizan llamarlo en una semana para avisarle cuáles son las primeras citas de entrevistas. Pero jamás lo llaman. Y cuando la persona decide ir a buscar la dirección de la supuesta bolsa de empleo, descubre que no existe.
10. El Sistema De La Pirámide
Es una de las estafas más viejas. Y tiene distintas modalidades, pero el principio es siempre el mismo: prometer que si usted invierte una cifra de dinero en un sistema de pirámide, al cabo de unos meses la recibirá quintuplicada (esta modalidad está muy en boga en lo relacionado con servicios de comunicaciones telefónicas vía Internet).
Tras "invertir", usted debe conseguir a tres o cinco personas más que hagan lo mismo, con lo cual subirá de nivel en la pirámide y se acercará a la punta, donde recibirá la anhelada suma prometida. Y mientras más gente entre, más rápido recibirá su dinero.
El problema es que en algún momento la pirámide colapsa por su propio peso, porque alguna franja deja de conseguir gente y/o la franja de gente a la cual se le debe plata es ya muy grande.
Los que empezaron la pirámide se llevan una gruesa suma, pero los que están en la mitad o abajo lo pierden todo.
Las pérdidas no son sólo económicas. La gente suele vincular a su entorno familiar, amigos y compañeros de trabajo, con lo cual, cuando todo colapsa, esa persona queda muy mal parada.
En fin, hay que tener sumo cuidado, porque algunos estafadores llegan hasta la constitución de empresas legales para montar sus pirámides.

¡Deténgase y Piense en Seguridad!

Apreciado amigo:
Haga un alto en el camino, preocúpese por su seguridad y proceda de esta manera aprovechando para adelantar con tiempo acciones tan sencillas y convenientes como las que le sugerimos:
1. Cambie las claves y los "passwords" de los correos electrónicos, las tarjetas débito, las tarjetas crédito, las sesiones de computador y las alarmas.
2. Revise la seguridad física de su hogar y de su empresa: cambie guardas, repare o ponga a funcionar las cerraduras inactivas, instale rejas y sistemas de alarma monitoreados, evalúe si los servicios de vigilancia responden a sus necesidades, etc..
3. Revise si los seguros que protegen su vida y sus bienes están vigentes y cubren el espectro requerido.
4. Entérese de las modalidades delictivas en boga y cambie hábitos, rutinas y costumbres que lo acerquen al peligro o que lo tornen vulnerable.
De verdad, ¡éste es un buen momento para pensar en seguridad!

Medidas Preventivas Contra Robos En La Vía Pública

Las siguientes precauciones le permitirán minimizar los riesgos de que sufra algún robo en la vía pública:
1. Cuando salga a la calle lleve sólo el dinero necesario, calcule sus gastos. Si está en un lugar muy concurrido no traiga la cartera en su bolso de mano, saco o abrigo pues algún carterista puede fácilmente robarla.
2. Tenga cuidado al cambiar dinero a alguna persona desconocida ya que ésta puede darle dinero falso o estar en complicidad con otra persona para robarlo mientras conversa con usted.
3. Si camina solo trate de acercarse a grupos de personas que vayan en la misma dirección, y camine por avenidas principales que estén iluminadas y transitadas.
4. ¡No atraiga a los asaltantes! Procure no llevar ropa ostentosa o joyas valiosas.
5. Camine separado de las paredes: los asaltantes suelen ocultarse en las esquinas o en los quicios de las puertas. Si alguien le busca pelea sin razón, no lo siga ya que ése puede ser el disfraz de un asalto.
6. Lleve las llaves de su casa en el bolsillo del saco o pantalón, así aunque le roben su bolso o portafolio no podrán también entrar a su casa.
7. De noche, sin importar la edad o el sexo, cuídese de toda persona que manifieste una actitud sospechosa, puede ser que lleve objetos con intención de atacarle como una navaja, un cuchillo o un destornillador.
8. Es aconsejable caminar en sentido contrario a la circulación de los autos ya que gran parte de los atracos a los transeúntes ocurren cuando un asaltante se baja de un vehículo y sorprende de espaldas a su víctima. Si esto sucede, procure memorizar las placas del carro.
9. No acorte el camino cruzando por callejones y zonas sin edificios. Si tiene que hacerlo, manténgase tranquilo y alerta, es mejor caminar con rapidez y demostrar seguridad.
10. No busque emociones o placeres secretos yendo a lugares peligrosos de la ciudad.
11. Los ladrones pueden sorprenderlo en el momento más inesperado, por ejemplo si usted está distraído viendo un aparador o una vitrina un delincuente puede aprovechar para pasar corriendo y arrebatarle su bolso. ¡No se deje sorprender!
12. ¡No atraiga a los carteristas! Evite sacar y contar su dinero en sitios públicos. No coloque su cartera en el bolsillo posterior del pantalón, además procure no llevar todo su dinero en un mismo sitio o lugar, repártalo.
13. Es una buena idea hacer pagos grandes con cheques o tarjetas de crédito y de ser posible lleve consigo sólo una tarjeta. Si es necesario pagar en efectivo, previamente saque la cantidad de dinero sin mostrar la billetera.
14. Si no tiene alternativa, ¡prevéngase! Cuando lleve una bolsa no se eche la correa al hombro ni la enrede en su muñeca ya que pueden causarle daño si se la arrebatan en un asalto. Es mejor usar una bolsa de mano sin tirantes que sea de broche o cierre y no muy grande para evitar impresionar al portarla. Si lleva varios paquetes, mantenga su bolsa entre su cuerpo y los paquetes.

Manipulación de los Datos Personales con Fines Delictivos

Autor: Carlos Eduardo Mejía Sarmiento, Consultor de Seguridad
(Publicado en la Revista “Integración Empresarial” de Coremco DC, Bogotá, Edición Nro. 1 de Nov.-Dic. de 2004)

¿Han querido cobrarle gastos que nunca hizo? ¿Han aparecido cargos por llamadas telefónicas que nunca realizó? ¿Siente que lo espían o cree que sus datos podrían estar siendo “parasitados” o manipulados con mala intención por alguien? Estas son situaciones delicadas que nos aproximan a un delito silencioso y muy lucrativo que viene dándose en la sociedad tecnificada que rinde culto a la “conectividad”: el “robo de identidad”.

En los últimos cinco años la Comisión Federal de Comercio estadounidense ha documentado un promedio de medio millón de casos y con cada mes que transcurre la cifra crece en forma exponencial, pues si bien es cierto que las tecnologías en boga han diversificado los mecanismos para el acceso a bienes y servicios, mejorando la vida de las personas en casi todo el planeta, también han dado paso a un vasto y productivo campo que está colonizando la delincuencia organizada.

El “robo de identidad”, origen de una creciente preocupación de las autoridades y de las empresas que ofrecen servicios financieros, y que podría definirse como el acto criminal de asumir el nombre de otra persona, su fecha de nacimiento, su dirección, los números que identifican los servicios financieros que emplea, sus claves de acceso y todos sus demás datos útiles para cometer fraude es un delito en sí mismo, pero también una herramienta para cometer otros actos lesivos.

Según esta lógica, nadie se apropia de datos ajenos por el mero hecho de hacerlo sino para conseguir a través de engaños y artilugios un beneficio económico. Estamos por ende ante un delito de “cuello blanco”, de astucia y refinamiento, cometido por individuos con elevados conocimientos técnicos, acceso a medios tecnológicos avanzados y fuerte capacidad económica o infraestructura adecuada.

La víctima inocente de este imperdonable delito, que la sociedad no puede soslayar, se da cuenta de lo que le han hecho sólo cuando recibe las relaciones de gasto de sus tarjetas de crédito, sus cuentas corrientes o de servicio telefónico, etc..

Una de las razones para el incremento en el “robo de identidad” es que los consumidores normales se convierten en víctimas sin tener ningún contacto directo con los ladrones que obtienen sus datos personales. Los últimos quedan protegidos por un manto de anonimato absurdo.

Estos delincuentes siguen el patrón del personaje encarnado por Leonardo Di Caprio en la película “Agárrame Si Puedes”: sagacidad, inteligencia, capacidad para retener gran cantidad de datos, comportamiento afable, habilidad manual, buena presencia.

El “robo de identidad” es ejecutado por lo menos a través de cinco procedimientos:
Los antisociales se apoderan de las tarjetas de crédito previamente obtenidas por sus socios ladrones y “carteristas” callejeros, y utilizan la información contenida en las bandas magnéticas. También son de valor las cartas de “preaprobación” de las tarjetas de crédito emitidas por los bancos y que no son empleadas por los destinatarios. El “robo de identidad” a menudo es facilitado por la obtención en los basureros de documentos con información personal que no fueron convenientemente destruidos.

Los marginales vigilan a los usuarios de los cajeros automáticos desde algunos puntos en los que pueden determinar cuáles son los códigos de acceso a las cuentas y luego reproducen mediante lectores magnéticos la información de las bandas de las tarjetas.

En los restaurantes y otros establecimientos públicos en donde las tarjetas desaparecen momentáneamente de la vista del usuario, los antisociales o sus cómplices necesarios reproducen la información de las bandas magnéticas (“skimming”). Ésta es enviada a localidades lejanas con el fin de contar con más tiempo para hacer las transacciones fraudulentas.

Los especialistas en estos ilícitos usan sitios de Internet para obtener información personal mediante el ofrecimiento de servicios que requieren datos sobre las tarjetas de crédito y cuentas bancarias.

Es posible que los delincuentes tengan acceso a los bancos o bases de datos de las oficinas gubernamentales o de las grandes empresas vinculadas a menudo al sector financiero. También pueden obtener estos archivos a través de la colaboración de “hackers”, esos geniecillos de infausta estampa que desde la soledad de sus santuarios urden programas informáticos infecciosos o espías.

En conclusión, se recomienda un comportamiento cauto por parte de la ciudadanía en el manejo cotidiano de sus tarjetas de crédito y débito, y al momento de proporcionar datos personales en los almacenes de cadena, en los bancos y demás entidades financieras, en los sitios de Internet, en rifas y similares, etc., pues las gentes de bien podrían verse afectadas por el recaudo de información útil para cometer delitos con grave impacto sobre los recursos y calidad de vida de los consumidores.

La Estrategia de Seguridad del Empresario

Autor: Carlos Eduardo Mejía Sarmiento, Consultor de Seguridad
(Publicado en la Revista “Integración Empresarial” de Coremco DC, Bogotá, Edición Nro. 1 de Nov.-Dic. de 2004)

En algún momento del decurso de sus actividades todos los empresarios, grandes o pequeños, sin importar el tipo de negocio al que se dedican, se ven abocados a definir y ejecutar el esquema de seguridad de sus organizaciones. Es decir, a gusto o disgusto, deben establecer y poner en práctica la metodología y los recursos para enfrentar y resolver las vulnerabilidades propias y las amenazas de su entorno.

Casi siempre se llega a este crucial momento por una mala experiencia, bien sea porque los antisociales han intentado perpetrar un delito contra las personas, las instalaciones, los vehículos o las mercancías propias sin lograr consumarlo o porque, en efecto, lograron sus nefastos propósitos. Por lo común se trata de ilícitos contra el patrimonio, como pueden ser las intrusiones con apoderamiento de bienes y otros daños colaterales.
El empresario cae entonces en un estado emocional de gran incertidumbre, de desconfianza hacia quienes lo rodean, de susceptibilidad extrema, y, a veces, de escepticismo frente a la sociedad y las instituciones cuando por primera vez los daños patrimoniales son muy considerables o hay repetición de los hechos. Es en este punto cuando no pocos desisten por completo de su iniciativa motriz generadora de progreso y muchas veces, endeudados hasta la quiebra, caen en el peor marasmo y en un negativismo total que los margina del ciclo económico.

Después de un episodio de estas características vienen los arrepentimientos, la sensación de impotencia y, un poco hacia el final del túnel, el loable deseo de buscar apoyo. Pero el empresario no sabe a quién acudir y, sobre todo, le teme a nuevas y costosas inversiones que no sabe si resultan adecuadas para la solución de sus problemas.

En este punto de análisis habría que aclarar que en Colombia ya muchos inversionistas y creadores de riqueza asumen desde un comienzo la problemática de seguridad asesorándose de expertos y partiendo de dos consideraciones ideales: que la inversión en seguridad debe ser concomitante con la de infraestructura y que la improvisación en esta materia puede acarrear consecuencias devastadoras. Pero el común de los empresarios sigue aún otra vía menos coherente: primero sueña con las ganancias que genera su empresa, luego empieza a montarla y sólo cuando sufre algún percance aboca el tema de seguridad.

Sin posar de expertos en futurología distópica, podemos afirmar por extrapolación que el acontecer mundial no se despejará con facilidad en los años venideros y que el panorama nacional, enrarecido por múltiples factores que implican desestabilización y crisis, seguirá distinguiéndose por la violencia. En tal orden de ideas, a pesar de los avances que se han dado en infraestructura pública, comoquiera la deuda social no se ha saldado, podemos predecir también que Bogotá, en el vórtice de la problemática colombiana, seguirá siendo una ciudad en donde conviene tomar medidas urgentes y eficaces de seguridad a título personal, familiar y empresarial so pena de sufrir las consecuencias si ello no se hace.

Pero es vital recurrir en demanda de apoyo a quienes saben del tema, a quienes por formación y experiencia diaria lo conocen. Por ejemplo, a las empresas de servicios o asesoría legalmente establecidas, controladas por la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada, respetuosas de los parámetros comerciales, administrativos, laborales, fiscales y parafiscales que fija la normatividad vigente.

Éstas ya no sólo prestan el servicio tradicional con personal de vigilancia sino que muchas disponen de autorización para instalar, mantener y monitorear alarmas contra intrusos (sensores de movimiento, por ejemplo), dispositivos industriales de alerta en casos de incendios, inundaciones y otras emergencias, barreras perimetrales, discriminadores de audio para prevenir la rotura de vidrios o sensores sísmicos para combatir la demolición de muros o paredes y medios cada día más sofisticados de protección de accesos para puertas, ventanas y claraboyas. Algunas, que ya manejan muy bien el espectro tecnológico, han dado el salto cualitativo del monitoreo por vía telefónica al sistema celular digital y al soporte de geoposicionamiento, apoyándose en la tecnología satelital y de Internet, como se confirmó en la feria de seguridad registrada hace pocos días.

En cualquier empresa de vigilancia que se respete debe existir un departamento de seguridad con personal de consultores o asesores avalados legalmente, idóneos para diagnosticar las necesidades específicas de cualquier contratante potencial y trazar pautas para el diseño y la implementación consistente de un programa de protección de las personas, las operaciones y los bienes de interés para cualquier empresa. Así, con una planificación estratégica por escenarios basada en el estudio de las posibilidades económicas reales de la unidad de negocios se irá con firmeza y sin rezagos hacia adelante en seguridad.

Para terminar, los empresarios no deben olvidar que las tendencias globales de la seguridad en nuestros días, o sea las “megatrends”, como se dice en prospectiva, son las siguientes: 1. Uso creciente de la más avanzada tecnología como apoyo al sistema de protección; 2. Mayor exigencia al hombre de seguridad, quien debe acreditar un perfil superior y ciertas competencias; 3. Complementariedad con las autoridades y los organismos de apoyo, y 4. Formación de núcleos vecinales o barriales de protección integral para generar ambientes menos vulnerables.

Peligros de los Celulares Para los Niños

El Colegio de Médicos de Viena ha señalado, con razones de sobra, que las ondas de estos aparatos pueden afectar la salud de los menores.
Al interpretar el denominado ‘Estudio Reflex’, se llegó a la conclusión de que las radiaciones electromagnéticas de los celulares son genotóxicas y potencialmente cancerígenas.
Se aconseja que únicamente se utilice el celular en caso de emergencia y por corto tiempo, se prohíbe portar el teléfono en los bolsillos del pantalón y enviar mensajes de texto bajo el pupitre debido a que estas prácticas pueden afectar la fertilidad del menor.
También se aconseja que se apague el teléfono por la noche, que no se deje cerca de la cabecera de la cama y que no se utilicen los videojuegos. Estas recomendaciones también son aplicables a los adultos, afirman los especialistas.

A Mitad de Año, ¡Cuide Su Platica!

Nos permitimos recomendar las mayores precauciones en lo relacionado con el pago y cobro de la prima de mitad de año, evento que se registra por esta época.

Este elemento es clave para dinamizar la economía, pero los delincuentes lo han convertido por tradición en su "agosto" anticipado.

Recordemos también que la cancelación de las matrículas universitarias y el vencimiento de otras obligaciones semestrales es aprovechado por los malvivientes para afectar con sus maniobras fraudulentas el discurrir normal de los negocios de las gentes honestas y de bien.

No sobra entonces una cierta dosis de desconfianza y cautela, hacerse acompañar por personas cercanas y de absoluta confianza para efectuar diligencias bancarias o financieras, no portar sumas considerables de dinero en efectivo y no aventurarse en solitario por los centros comerciales o los alrededores de éstos en previsión de asaltos, atracos y secuestros extorsivos.