viernes, junio 26, 2009

Los Diez "Tumbes" Más Comunes En Bogotá

Esta es una guía para que usted no "caiga":
1. El Tonto Seductor
El anzuelo es una mujer hermosa que de repente empieza a coquetearle abiertamente.
Suele suceder en la fila del banco, pero también le puede pasar en un bar, un restaurtante, etc..
Ella se presenta, le pregunta su nombre y tras cruzar algunas palabras lo invita a tomar algo.
El "Don Juan" está convencido de que ha hecho el "levante" de su vida.
Unas cervezas o un par de cocteles relajan aún más las defensas de la "víctima" que recibe una propuesta irresistible: "¿Nos vamos a mi apartamento?".
En el camino ella hace una llamada a "su hermana", que en realidad es a sus compinches, para que tengan todo preparado.
Ya en el apartamento, y justo cuando el "Don Juan" se dispone a pasar a la acción, varios hombres armados aparecen y lo despojan de todo lo que lleve encima y/o lo llevan de "paseo millonario".
En otros casos, las mujeres dopan a sus víctimas y, tras robarlos –carro incluido–, los dejan abandonados en un motel.
2. ¡Se Ganó La Lotería!
Va usted por la calle y sorpresivamente tropieza con alguien que, afanado, le dice: "¡Me acabo de ganar la lotería!".
Tras captar su interés, el estafador pasa a contarle algún "cuento" increíble como "se me perdió la cédula" o "tengo que tomar un vuelo urgente" y eso "me impide cobrar el premio". Acto seguido le ofrece venderle el billete por lo que usted pueda darle. Obviamente, el billete es falso. Pero lo insólito del asunto es que todavía hay gente que cae en esta estafa.
3. La Oferta De La Dian
La oferta es tentadora. Un funcionario que dice pertenecer a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales - Dian llama a su casa y le avisa que están rematando un lote de televisores que fueron decomisados por ser de contrabando.
"Hay muchas ofertas, pero si usted quiere quedarse con uno de los televisores necesitamos que consigne por anticipado unos 200 mil pesos en esta cuenta bancaria. Luego, sólo tiene que acercarse a nuestras oficinas con el comprobante y reclamar su aparato".
Cuando el ciudadano llega a las instalaciones de la Dian y pregunta por el supuesto funcionario, se estrella contra la realidad. Pues allí le explicarán que los remates se hacen de manera pública y no a través de llamadas.
4. Un Falso Obrero En Apuros
Llega a la puerta de su casa o lo aborda cuando usted está entrando con su carro al garaje de su residencia. Siempre llega corriendo. Es un hombre vestido con casco, overol, metro en el cinturón y una gran cara de angustia. Tanto, que apenas puede hablar.
Usted se preocupa, logra "calmarlo" y entonces él le cuenta las causas de su angustia: "Soy el capataz de una obra cercana y uno de nuestros obreros se cayó de un andamio. Está muy mal herido. Por favor, se lo suplico, necesitamos dinero para llevarlo al hospital de urgencia". Agrega que el supuesto herido es un hombre muy pobre y que por esta razón no tiene seguro alguno.
A lo cual añade, para aumentar la presión, que todos los trabajadores de la obra han dado lo que tenían, pero que no alcanzaron a reunir el dinero suficiente.
El estafador suele ser un muy buen actor y tras su representación pide entre 20 y 50 mil pesos, dependiendo de la cara de su víctima.
Bajo presión, frente a un hombre supuestamente desesperado por salvar la vida de su compañero de trabajo, el habitante se deja convencer. Llama a su esposa e incluso le cuenta con detalles esa impresionante historia. Ella se angustia y deciden sacar los 50 mil pesos.
Esta es una de las estafas más infames porque no sólo se aprovecha de la bondad y la solidaridad humana de las personas, sino que mina la solidaridad ciudadana.
5. Una Bóveda En El Cementerio
En los alrededores del Cementerio Central de Bogotá, usted puede perder algunos millones de pesos si –en medio de los muertos– se deja convencer de algunos "vivos".
Se trata de tramitadores que merodean por el camposanto, comercializando bóvedas y osarios sin importar que allí ya reposen cadáveres.
Algunos incluso toman de la mano a su víctima y la llevan a conocer el que será en algunos años su lugar de descanso eterno.
El mercadeo no puede ser más elemental: le dicen que es importante asegurar cuanto antes un lugar de esas características para no tener una muerte de tercera categoría.
Y como el tramitador va bien vestido, habla claro y domina el lenguaje funerario, la víctima cae ingenuamente y acepta comprar su espacio en el Cementerio Central.
El cliente desembolsa 350 mil pesos y recibe a cambio un papel, que se asemeja a una escritura. Y ha sucedido que cuando la víctima vuelve días después a visitar su futura tumba, se encuentra con que allí ya está el cuerpo de una persona.
A veces, los tramitadores llegan al descaro de desocupar bóvedas para después ofrecerlas en venta.
Los tramitadores, sin embargo, operan con mucho sigilo para evitar llamar la atención de las autoridades y ser desalojados de la zona.
Pero además de los tramitadores, este tipo de ofertas también es usual encontrarlas en los avisos clasificados. Como se ve, los "vivos" juegan hasta con la muerte.
6. Préstamos En Pocos Minutos
En medio de las afugias económicas que padecen miles de familias bogotanas, la oferta resulta bastante atractiva.
Préstamos de hasta 500 millones de pesos sin firmar papeles, ni presentar codeudores, ni cumplir los típicos requisitos que a más de uno lo ha llevado a desistir de este tipo de alternativas para encontrar dinero en una urgencia.
"Empleados, independientes, llámenos para tener el gusto de atenderlo", reza una de las publicidades tramposas que circulan en volantes por la ciudad.
El número de contacto suele ser un celular, al que la víctima llama para preguntar por la tentadora oferta. Al otro lado de la línea, le dicen que el préstamo tiene uno de los intereses más bajos del mercado: apenas 2 por ciento mensual y el pago lo puede realizar hasta en 60 meses.
La víctima se rinde ante la "ganga" sin imaginar que lo están tumbando.
Lo único que le pide el prestamista es tomar un lápiz y papel para que anote el número de una cuenta bancaria. Allí debe consignar el valor de una póliza de cumplimiento y los intereses por adelantado de los dos primeros meses.
Y la trampa llega cuando la víctima deposita el dinero, vuelve a marcar al celular para avisar del depósito y nadie le contesta. El prestamista, como por arte de magia, desaparece con su plata.
Tras constantes denuncias, las autoridades han detectado que los delincuentes usan varias cuentas bancarias, registradas a nombres de otras personas, para desviar las investigaciones. Pero muchos siguen cayendo.
7. Un Lote Fantástico Y A Muy Buen Precio
"Se vende lote con licencias para construir, con servicios incluidos. Contáctenos". El desprevenido llama a preguntar por el anuncio y allí le detallan la oferta. Lo convencen para que adquiera el pedazo de tierra.
Paga en efectivo o, en muchas ocasiones le roban algo a través de una permuta como la entrega de un carro, por ejemplo.
Pero el comprador se queda con los crespos hechos porque acaba de ser víctima de una de las estafas más sorprendentes porque falsifican escrituras, cédulas de ciudadanía y hasta matrículas inmobiliarias.
La idea consiste en ofrecerle a un cliente un lote en venta, bien sea una finca o un terreno, pese a que ya tiene dueño. Y aunque parezca increíble, muchos caen y de ahí que en la Oficina de Registros de Instrumentos Públicos sea usual encontrar inmuebles con dos matrículas, dicen expertos.
Esto ha llevado a algunos propietarios de terrenos en las afueras de Bogotá a ubicar avisos a la entrada de sus parcelas. "No deje que el pirata se quede con su plata", dice uno de ellos. Incluso las autoridades consultadas cuentan que muchos han optado por contratar celadores por si algunos estafados deciden, de un momento a otro, pasarse a vivir a sus tierras porque creen ser sus dueños.
Por eso, si le llegan a ofrecer un lote en venta, lo primero que hay que hacer es dirigirse a la Oficina de Registros de Instrumentos Públicos para comprobar quiénes son realmente los dueños de ese terreno. Una vuelta que le puede ahorrar una estafa de varios millones de pesos.
8. El Listado de Apartamentos
Es una de las estafas nuevas que se han detectado en Bogotá. Una persona lee en el periódico un aviso clasificado en el que una empresa promete ayudarle a encontrar en tiempo récord la vivienda que siempre ha soñado.
Y lo único que piden es contactarlos telefónicamente y precisarles, por ejemplo, si desea casa o apartamento, dos o tres habitaciones en algún barrio en especial.
Durante la charla, en la que una voz amable logra seducir al cliente, le anuncian que por sólo 15 mil pesos le enviarán un "catálogo especializado", acorde a sus gustos.
Poco después un mensajero llega a su domicilio, lo saluda cordialmente, le presenta la escarapela de su empresa y le entrega un sobre cerrado y hasta con membrete para evitar sospechas. Cobra el dinero, prende su moto y sigue su camino.
La víctima cierra la puerta y, ansiosa de encontrar por fin la vivienda que busca, abre el sobre y sorpresa: está vacío, repleto de hojas blancas o con avisos viejos.
9. El Engaño De La Bolsa De Empleo
Desesperadas porque no logran conseguir trabajo, muchas personas recurren hoy a las famosas bolsas de empleo.
Las ubican por Internet, a través de volantes callejeros o mediante avisos clasificados. Pero no todas las bolsas actúan de buena fe.
El asunto empieza de forma normal. Le piden su hoja de vida y luego le cobran cierta cantidad de dinero para poner a "rodar" su currículum vítae.
Para que el proceso comience, el cliente debe consignar alrededor de 50 mil pesos en una cuenta bancaria, y enviar la hoja de vida a una dirección.
Le garantizan llamarlo en una semana para avisarle cuáles son las primeras citas de entrevistas. Pero jamás lo llaman. Y cuando la persona decide ir a buscar la dirección de la supuesta bolsa de empleo, descubre que no existe.
10. El Sistema De La Pirámide
Es una de las estafas más viejas. Y tiene distintas modalidades, pero el principio es siempre el mismo: prometer que si usted invierte una cifra de dinero en un sistema de pirámide, al cabo de unos meses la recibirá quintuplicada (esta modalidad está muy en boga en lo relacionado con servicios de comunicaciones telefónicas vía Internet).
Tras "invertir", usted debe conseguir a tres o cinco personas más que hagan lo mismo, con lo cual subirá de nivel en la pirámide y se acercará a la punta, donde recibirá la anhelada suma prometida. Y mientras más gente entre, más rápido recibirá su dinero.
El problema es que en algún momento la pirámide colapsa por su propio peso, porque alguna franja deja de conseguir gente y/o la franja de gente a la cual se le debe plata es ya muy grande.
Los que empezaron la pirámide se llevan una gruesa suma, pero los que están en la mitad o abajo lo pierden todo.
Las pérdidas no son sólo económicas. La gente suele vincular a su entorno familiar, amigos y compañeros de trabajo, con lo cual, cuando todo colapsa, esa persona queda muy mal parada.
En fin, hay que tener sumo cuidado, porque algunos estafadores llegan hasta la constitución de empresas legales para montar sus pirámides.

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