miércoles, julio 04, 2012

No a los Teléfonos Celulares Cuando Vigilamos

Está demostrado que los celulares personales en manos de los vigilantes, cuando se hallan de servicio en los puestos, causan innumerables problemas de desatención y generan fallas imperdonables que dañan la imagen de quienes pertenecemos a este gremio que busca incesantemente la profesionalización y el reconocimiento de la sociedad. Para un usuario de la seguridad privada es desagradable en extremo que el guarda que lo atiende no pare de hablar por su portátil y que, por ejemplo, le abra la puerta o lo deje salir sin miramientos, concentrado en departir a través del extendido adminículo. Esto es aún más grave si se tiene en cuenta que muchos guardas contratan planes que les permiten navegar por Internet (y por ende mantenerse en las redes sociales) y que la mayoría de los teléfonos de los integrantes de la seguridad privada contienen radios, juegos electrónicos, reproductores de audio y video y, en ciertos casos, hasta televisores. En la compañía estamos empeñados en que al menos en los puestos plurales, en los cambios de turno, se recojan los celulares personales en los cuartos de control, en las porterías o en las administraciones, de modo que quienes están de servicio se concentren en sus labores como es lo debido y aconsejable pues, siempre lo repetiremos, lo que hacemos en vigilancia es trascendental. LA VIGILANCIA PRIVADA NO ES UN PASATIEMPO; ES UNA PROFESIÓN DE ALTÍSIMA EXIGENCIA Y DE GRAN IMPACTO SOCIAL.

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